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Las tarjetas gráficas de nuestro catálogo se han diseñado para dar máximo rendimiento en tareas como videojuegos, edición de video y diseño gráfico. Con ellas lograrás una experiencia fluida y de alta calidad en tareas más exigentes gracias a su potencia.
Cuando eliges tarjeta gráfica, el primer factor que tienes que tener en cuenta es la memoria VRAM. Recomendamos un mínimo de 8GB GDDR6 para gaming moderno. En concreto, la arquitectura del chip determina el rendimiento: las tecnologías Nvidia Ada Lovelace y AMD RDNA 3 son lo más avanzado que hay en la actualidad.
El TDP (Thermal Design Power) indica el consumo energético y requisitos de refrigeración, mientras que tecnologías como DLSS de Nvidia y FSR de AMD optimizan el rendimiento mediante upscaling inteligente.
La resolución que tienes como objetivo es un dato fundamental para elegir gráfica. Para 1080p Full HD necesitarás menos potencia que para 4K Ultra HD.
Considera también la compatibilidad con tu fuente de alimentación PSU, el espacio en la caja del PC, los conectores PCIe disponibles y si necesitas características específicas como ray tracing, codificación AV1 para streaming o soporte para DirectX 12 Ultimate.
La refrigeración es otro punto clave. Elige entre diseños de referencia o modelos personalizados con sistemas de ventilación avanzados.
Nvidia GeForce mantiene el liderazgo tecnológico con su ecosistema CUDA para profesionales, revolucionarias tecnologías de deep learning y ray tracing por hardware. Su suite de software incluye GeForce Experience, Nvidia Broadcast para streamers y Studio Drivers para creadores. Los fabricantes AIB como ASUS ROG Strix, MSI Gaming, Gigabyte Aorus y EVGA ofrecen versiones personalizadas con refrigeración mejorada y overclock de fábrica. AMD Radeon compite con arquitecturas eficientes, tradicionalmente ofreciendo más VRAM por euro y excelente rendimiento en rasterización pura. La tecnología Smart Access Memory y Radeon Software Adrenalin proporcionan ventajas competitivas. Marcas especializadas como Sapphire, PowerColor y XFX destacan en soluciones AMD. Ambas compañías soportan Variable Rate Shading, Mesh Shaders y las últimas tecnologías de renderizado, con AMD apostando por estándares abiertos mientras Nvidia mantiene su ventaja en machine learning y aplicaciones profesionales.
Para gaming competitivo en esports se prioriza de manera crítica una tasa de fps estable, por lo que recomendamos priorizar una GPU con alta frecuencia de reloj y baja latencia, capaces de alcanzar 144Hz o 240Hz en títulos como Counter-Strike, Valorant y League of Legends.
Los jugadores de títulos AAA deben buscar tarjetas con abundante VRAM y soporte para las últimas tecnologías de renderizado, asegurando experiencias fluidas en juegos exigentes como Cyberpunk, Hogwarts Legacy o Starfield.
Para el caso de querer emplear tu equipo con realidad virtual, considera GPU compatibles con VR Ready que cumplan los requisitos de Meta Quest Link o SteamVR. Los entusiastas del ray tracing deben evaluar el rendimiento con iluminación global activa y tecnologías de reconstrucción de imagen.
Para streaming profesional, prioriza tarjetas con encoders de hardware dedicados compatibles con OBS Studio y NVENC o AMD VCE. El soporte para G-Sync o FreeSync elimina el screen tearing, mientras que características como Resizable BAR mejoran el rendimiento en títulos modernos.
Las GPU integradas modernas como Intel Iris Xe y los gráficos AMD Radeon en procesadores Ryzen han evolucionado significativamente, siendo suficientes para ofimática, navegación web, reproducción multimedia 4K HDR y gaming casual en títulos esports con configuraciones ajustadas. Los APU (Accelerated Processing Unit) eliminan la necesidad de GPU dedicada en sistemas de bajo consumo, HTPC y portátiles ultraligeros. Sin embargo, una tarjeta gráfica dedicada es imprescindible para gaming serio, edición de vídeo profesional, renderizado 3D en aplicaciones como Blender o 3ds Max, y trabajo con machine learning usando frameworks como TensorFlow o PyTorch. Las GPU dedicadas ofrecen memoria GDDR6/GDDR6X de alta velocidad, no comparten recursos del sistema y proporcionan múltiples salidas DisplayPort 1.4 y HDMI 2.1. Para workstations, las tarjetas profesionales Quadro o Radeon Pro ofrecen drivers certificados para AutoCAD, SolidWorks y aplicaciones de ingeniería.
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